Puede que no parezca la mejor manera de empezar un blog sobre jardines y paisajismo, pero las malas hierbas, libres y salvajes, creciendo donde pueden sin seguir un patrón artificial, resultan muy atractivas. Nada como un solar abandonado, una cuneta en la carretera o una simple grieta en un muro para recordarnos que todavía existen lugares que a la sociedad no le interesan.
Y mientras sea así, permanecen felizmente “libres” con sus malas hierbas, su biodiversidad y su belleza a salvo de nuestra fiebre diseñadora.
Gilles Clément, jardinero y paisajista francés lo denomina "el tercer paisaje": una gran cantidad de espacios dispersos sin una función determinada “en los rincones más olvidados de la cultura”, que solo tienen una cosa en común y es que todos ellos constituyen un territorio de refugio para la diversidad.
Y de Gilles Clément y su libro “El Jardín en movimiento” hablaremos más adelante en éste blog…
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